El objetivo principal de este desayuno informal fue señalar el compromiso de la República Checa y España con la lucha por la democracia y los derechos humanos en el mundo y buscar formas de apoyo concreto a los defensores de los derechos humanos. El embajador Sečka recordó el momento histórico en el que el presidente francés F. Mitterrand desayunó con los disidentes checos en 1988.

Este momento inició esta importante tradición y la República Checa está demostrando que no olvida a los luchadores por los derechos humanos. Nos sentimos complacidos de poder continuar esta tradición. Libor Sečka destacó también que los derechos humanos son una de las prioridades permanentes de la política exterior checa.

El debate se centró en la situación de cada uno de los países representados. A menudo se produce una persecución política sistemática e inaceptable. Es necesario buscar las oportunidades de apoyo a los movimientos democráticos en cada país y en un contexto geopolítico global.

El evento incluyó una referencia importante a la recientemente fundada iniciativa del Congreso Mundial de la Libertad, que busca unir a los movimientos y personalidades destacadas en la defensa de la democracia en el mundo. Tanto Chequia como España destacaron las actividades del Consejo de Derechos Humanos de la ONU con sede en Ginebra.