El quinteto estaba compuesto por Ivan Herák (viola), Ivan Herák Jr. (violín), Filip Herák (contrabajo), Zoltan Voros (acordeón) y Erika Nováková (voz). El repertorio del grupo era muy variado, e incluía composiciones francesas y húngaras, canciones tradicionales romaníes y música clásica como el Moldava de Bedřich Smetana.  

El grupo actuó en el barrio de Arganzuela, una zona vibrante de Madrid conocida por su diversidad y espíritu integrador. Allí, el público local y los visitantes se reunieron para disfrutar de un espectáculo que celebraba la música, la danza y la alegría que caracterizan a la cultura gitana. El acto fue una oportunidad para que la comunidad se reuniera, compartiera y apreciara las raíces comunes que unen a las personas más allá de las fronteras.

El marco del Año de la Música Checa añadió otro nivel de significado a este acto, ya que permitió a los participantes explorar las conexiones entre las tradiciones musicales de Chequia y España y su entrelazamiento con la música gitana a lo largo de los años.