La primera referencia escrita sobre la elaboración de cerveza en el territorio checo data del año 993, en el monasterio benedictino de Břevnov, en Praga, donde la tradición cervecera continúa –con algunas interrupciones– hasta hoy. Actualmente existen en la República Checa más de 550 cervecerías, desde grandes productores hasta pequeños cerveceros artesanales. El país también lidera el consumo mundial de cerveza, con una media de 126 litros por persona en 2024. 

La cerveza forma parte inseparable de la identidad checa. La “Cultura cervecera en la República Checa” fue incluida en 2023 por el Ministerio de Cultura en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial del país, lo que demuestra su profundo arraigo histórico.

Un estándar mundial: el lager checo

El estilo cervecero más típico del país es el lager rubio tipo “pilsner”, caracterizado por su color dorado, sabor amargo bien equilibrado, espuma blanca abundante y aroma a malta y lúpulo. Este estilo, nacido en la ciudad de Pilsen en 1842, representa alrededor del 90 % de la producción nacional y es hoy uno de los estilos cerveceros más difundidos en el mundo.

Entre las marcas más reconocidas producidas en el país se encuentran Gambrinus, Pilsner Urquell, Kozel, Radegast, Staropramen, Budějovický Budvar y Bernard.

Producción y exportación

En 2024, la producción total de cerveza en la República Checa alcanzó los 20,9 millones de hectolitros, con un crecimiento interanual superior al 4 %. De esta cantidad, casi 6 millones de hectolitros se exportaron al extranjero, lo que representa un récord histórico. El 90 % de este incremento correspondió a exportaciones dentro de la Unión Europea. Los principales mercados de exportación son Eslovaquia, Alemania, Polonia y Rusia, además de Reino Unido, Estados Unidos y Corea del Sur. 

Presencia de la cerveza checa en España

En España, la cerveza checa goza de creciente popularidad, sobre todo en el segmento premium e importado. Las marcas más conocidas en el mercado español son Pilsner Urquell y Budějovický Budvar, disponibles en cadenas de supermercados, tiendas especializadas y restaurantes. También son apreciadas otras marcas como Staropramen, Kozel, Bernard, Primátor, Krušovice y Praga.

La cerveza checa empieza a integrarse en la oferta gastronómica, en ocasiones acompañada de especialidades culinarias checas que, aunque todavía poco conocidas, despiertan cada vez más interés. Señalamos ejemplos de restaurantes y bares donde se puede aprovechar la cerveza checa en España:

● Beerhouse Madrid (Madrid, Calle del Cardenal Cisneros 16, Chamberí)

● Balcony Restaurante Checo (Barcelona, Carrer dels Enamorats, 7, L'Eixample)

● Cervecería L’Europe (Madrid, Calle del Cardenal Cisneros, 19, Chamberí)

Tradición e innovación

El sector cervecero checo está profundamente enraizado en la tradición, pero también evoluciona con dinamismo. Responde a nuevas tendencias, como el interés creciente por las cervezas sin alcohol, las ediciones estacionales y la producción artesanal. Los productores prestan una atención creciente a la sostenibilidad ecológica, la innovación tecnológica y la calidad de las materias primas.

La cerveza sigue siendo así no solo un motivo de orgullo nacional, sino también un producto de exportación clave y un símbolo cultural de Chequia reconocido en todo el mundo.

La cerveza checa Pilsner Urquell se puede disfrutar en varios lugares a lo largo de España, entre ellos:

Madrid: Beermut, Bunji, La Caña de Gonzalo, Bodega de la Ardosa

Barcelona: Pinochio, Kiltro Sant Antoni, Kiltro Gracia y Lambicus

Valencia: Valhalla, Beers & Travels Bar

Zaragoza: Beer Corner, Gran Café Estrella de Cuba

Marbella: Pilsner Bar

Mallorca: 3 Chicos

Pontevedra: Ye Olde Basset