
Los proyectos financiados por la cooperación checa suministran agua potable a la escuela y mejoran el tratamiento de los residuos orgánicos
12.12.2022 / 23:55 | Aktualizováno: 19.12.2022 / 23:47
Gracias a la cooperación checa, este año se ha prestado apoyo financiero a dos pequeños proyectos locales en Colombia. Uno de ellos pretendía construir una zona de agua potable en una escuela rural, y el otro se centraba en resolver el problema del tratamiento de residuos orgánicos. Durante el mes de noviembre, los representantes de la Embajada Checa visitaron el sitio de implementación de ambos proyectos para comprobar cómo beneficiarían a las comunidades destinatarias.
La ong Corporación 900 Metros de Cultura decidió mejorar el acceso al agua potable de casi 1.000 alumnos de un centro educativo del municipio de Cabuyaro, situado en los llanos orientales del departamento del Meta. Utilizó una fuente de agua existente que no era apta para el consumo directo e instaló el equipo de tratamiento necesario. En un espacio sin uso cercano a la cancha del colegio, construyó y techó una zona de hidratación con diez grifos para que los alumnos puedan servir agua potable. Gracias a la cooperación con la Alcaldía del municipio, fue posible también pavimentar los alrededores de la zona para convertirla en un lugar agradable para los niños. El mantenimiento de la instalación corre a cargo de alumnos formados que miden periódicamente el pH del agua, introducen pastillas depuradoras en el sistema y cambian los filtros. No sólo los niños, sino también los representantes de la escuela y de la Alcaldía expresaron su gratitud a la República Checa, ya que ahora los alumnos pueden consumir agua potable sana en medio del calor que suele hacer en esta región. Su disponibilidad también supone un ahorro para el presupuesto de las familias.
En el sur de Bogotá, a casi 3 600 metros de altitud sobre el nivel del mar, la Asociación Los Goleros está construyendo un sistema sostenible de tratamiento de residuos orgánicos. La organización reúne a unos 3 000 recicladores locales. El sistema de separación de residuos en la capital colombiana se basa en el trabajo de este grupo socialmente excluido. A menudo con un simple carrito de madera, los recicladores recorren Bogotá recogiendo distintos tipos de residuos para ganarse la vida. Con los fondos aportados por la República Checa, la Asociación adquirió una moderna planta de biogás, paneles solares para garantizar electricidad, construyó un establo para ganado porcino, preparó un pequeño estanque para la piscicultura e introdujo el cultivo hidropónico de hortalizas. Con esta base se pretende crear un sistema sostenible de tratamiento de residuos orgánicos que será ampliado a medio plazo. Además, el proyecto se ha llevado a cabo en colaboración con estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, por lo que abarca también el trabajo investigativo. Asimismo, se ha impartido formación a los recicladores y se están programando actividades de acompañamiento en el entorno académico para potenciar aún más el impacto positivo del proyecto, no sólo para miles de familias de recicladores de Bogotá, sino también para el medio ambiente en general.