Al principio del evento, mientras sonaban los himnos de México y la República Checa, se alzaron las banderas de ambos países. Acto seguido de cortos discursos de las mujeres de nombre Lidice, en los que hablaban brevemente acerca de las razones que habían llevado a sus padres a haberlas nombrado por un pequeño pueblo checo destruido por el Gestapo, la policía secreta del Estado Nazi. Después se presentaron los discursos de los creadores del mural y de la escultura que forman parte de la plaza Lidice. El siguiente punto del programa del evento fue la colocación, realizada por las mujeres de nombre Lidice, de una urna con la tierra originaria del pueblo de Lidice, sobre el monumento que conmemora la tragedia ocurrida en dicho pueblo. Luego la embajadora de Eslovaquia puso flores sobre el monumento, seguida por la alcaldesa Ortiz Couturier y el embajador Kubánek, quienes colocaron coronas florales.

Una parte interesante del programa fue la proyección de un video corto “In memoriam”, en el que aparecieron especialmente los sobrevivientes de la tragedia junto a su “madre adoptiva”, Sra. Edna Gómez.

Al final, el embajador Z. Kubánek, dio un breve discurso resumiendo los acontecimientos que habían llevado a la destrucción de Lidice. En su discurso destacó, que para nuestro país es sumamente importante que en un país tan lejano como México, sus ciudadanos conmemoran la tragedia de Lidice. Le agradeció al personal de la Alcaldía La Magdalena Contreras por los cuidados que le dan a la plaza y al monumento y expresó su creencia que aún las nuevas generaciones siguieran recordando los acontecimientos trágicos ocurridos en Lidice.

Luego la alcaldesa Ortiz Couturier expresó su orgullo por el hecho de que su alcaldía lleva el nombre de Lidice y que en su territorio acoge una plaza y un monumento que conmemoran la tragedia de Lidice.

Al terminar el acto solemne, en la cercana Escuela Superior de Guerra, tuvo lugar un brindis con los representantes de la Alcaldía La Magdalena Contreras y los demás invitados, en el que los presentes podían degustar especialidades de la gastronomía mexicana y brindar con el vino que para este evento había donado la Embajada de la República Checa.