Durante su visita, el embajador Sečka mantuvo reuniones con funcionarios locales, entre ellos el alcalde-presidente Juan José Imbroda, el consejero de Economía, Comercio, Turismo e Innovación Tecnológica Miguel Marín Cobos y el presidente de la Comunidad Judía Mordejay Guahnich. Debatieron cuestiones clave como la seguridad, la migración y la cooperación con Marruecos.

Melilla, ciudad con una rica historia y una situación estratégica como "Europa en África", intenta abrirse más a Europa y al mundo. Tras la suspensión del comercio transfronterizo por parte de Marruecos en 2018, la ciudad se está centrando en los beneficios fiscales, los lazos históricos y contemporáneos y el desarrollo tecnológico.

Reunión con el presidente de la Comunidad Judía Mordejay Guahnich

Los responsables locales presentaron tres direcciones principales de la estrategia de desarrollo: reforzar el entorno universitario y académico, intensificar el turismo a través de monumentos históricos y arquitectónicos, y crear condiciones favorables al desarrollo tecnológico y la innovación. La ciudad espera convertirse en escala habitual de cruceros por el Mediterráneo y proyecta amplias mejoras en el puerto local y la modernización de las instalaciones hoteleras.

Aunque Melilla tiene una visión clara del desarrollo futuro, se enfrenta a una serie de retos. Entre ellos, el elevado desempleo, el impacto de la abolición del servicio militar obligatorio y el cese del comercio transfronterizo por parte de Marruecos. A pesar de estos retos, el ambiente de la ciudad es acogedor y Melilla es un ejemplo de comunidad multicultural que convive en armonía. La ciudad intenta abrirse a nuevas oportunidades de cooperación.