El embajador Sečka conversó con Gerhard Grenzing y la arquitecta Francesca Molino sobre los aspectos técnicos de la producción de esta pieza y examinó sus componentes individuales, desde los tubos hasta los fuelles y el mecanismo de transmisión del sonido, que en español se llama "secreto". Aseguró al propietario del taller y a sus compañeros que desde Chequia se está haciendo todo lo posible para que sea trasladado a la catedral lo antes posible.

La visita incluyó también un pequeño concierto, o presentación de la amplia gama de registros que posee el órgano. Además de una de las fugas de J.S. Bach, se interpretó en varias versiones el himno nacional checo.