Debido a la reconstrucción de la iglesia la celebración se realizó en las áreas de sótano, lo cual produjo una atmósfera única e inolvidable, aun más con la música por parte de los niños de la parroquia. El cura agradeció al Embajador y a la Embajada de la República Checa por su apoyo y participación personal. Al final de la misa una niña cubana coronó a la estatua del Niño Jesús de Praga.

Después de la misa los niños pudieron disfrutar una presentación de mago y al finalizar tuvieron preparada una merienda, financiada tradicionalmente por la Embajada de la República Checa. Nos dio mucho gusto ayudar a la realización de este bonito y tradicional evento.